Capítulo 31: '¿Qué ha pasado?'
Daniela y David llegaron al hospital, y vieron a Blas, a Sara y a Carlos sentados en la sala de espera.
Blas estaba apartado de los dos, con la cabeza gacha, sobre los brazos, que estaban apoyados en las rodillas y los ojos rojos. Sara estaba medio tumbada sobre el pecho de Carlos, que le pasaba los dedos por su pelo, para tranquilizarla.
Daniela apareció pálida, de la mano de David, también con poco color de piel.
-¿Qué ha pasado? -logró preguntar David.
Sara rompió a llorar, y Carlos la pegó más a su pecho. Blas seguía igual, en la misma posición y con la misma expresión en su rostro.
-¿Ha....? -comenzó Daniela- ¿Ha muerto? -la voz se le quebró en la última palabra.
-No. -dijo Carlos.
-Al menos, por ahora -continuó Sara.
-Como vea a ese capullo, juro que.... -comenzó Blas levantándose de su asiento. Miró por la ventana, y lo vio aparecer subiendo una escalera.
Sin decir nada, apartó a Daniela y a David, que estaban en la puerta de la sala de espera.
-Blas, ¿a dónde...? -comenzó David.
Blas llegó hasta Fernando, y lo agarró por el cuello de la camisa.
-¡Gilipollas! ¡¿Qué coño le has hecho a Vanessa?! ¡Te voy a reventar la cabeza, gilipollas! -dijo Blas, empotrándolo contra una pared.
-Tócame si tienes narices, que te meten en la cárcel, gilipollas. -dijo Fernando muy seriamente.- ¿Qué pasa? ¿Que si tu princesita se muere, no podrás vivir? Me das una pena...
Blas hizo ademán de agarrarle del cuello, pero David le cogió los brazos y lo arrastró hacia él.
-Vete a la mierda, cabrón -dijo Daniela.
-¡Daniela, por favor! -exclamó David.
-Mira, al guapetona esta.... -dijo él.- Tú -dijo señalando a David-, ¿cuánto quieres por pasar una noche con esta preciosidad?
David levantó la cabeza y miró a Fernando con aspecto amenazante.
-Ponle la mano encima, y no vuelves a respirar aire en tu vida, aunque después me metan en la cárcel y me pudra allí mismo. -advirtió él.
Fernando rió un buen rato, y después cogió a Daniela por la muñeca, muy fuerte.
David soltó a Blas, que cayó al suelo, y fue hacia Fernando. Le agarró del brazo con el que sostenía a Daniela, y le presionó la muñeca.
-Suéltala -dijo David muy serio- Suéltala.
Carlos se acercó a David por detrás.
-David, por favor, la soltará. Déjale. -aconsejó Carlos.
Fernando seguía sin inmutarse, así que apretó la muñeca de Daniela, que encogió su cuerpo de dolor y soltó un grito.
-¡Que la sueltes, joder! -gritó David por última vez dándole un golpe en su entrepierna.
Fernando abrió su mano, dejando libre a Daniela, y cayó al suelo.
David ayudó a Daniela a levantarse, quien con lágrimas en los ojos, se acercó a David. Él la estrechó contra su pecho.
Carlos apareció por el pasillo con un guardia de seguridad, que arrestó a Fernando y se lo llevó lejos. Tomó declaración de lo sucedido, y pusieron una denuncia de maltrato contra la violencia de género.
Todo se tranquilizó un poco, hasta que apareció un médico por el pasillo. Fue entonces cuando los cinco chicos fueron a hacerle un sinfín de preguntas.
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