Capítulo 38: 'Vuelve, por favor'
Blas se acercó a Vanessa, se inclinó sobre ella y le dio un beso en la frente.
-Ya que tú no puedes cenar, cenaré contigo para hacerte compañía -le dijo- Pero tú calla, ¿eh? Que si no, me echan.
Miró a ambos lados y cerró la puerta de la habitación, se sentó en la silla y sacó un bocadillo y una lata de refresco de su pequeña mochila. Abrió la lata y le quitó el papel de aluminio al bocadillo. Comenzó a comérselo.
-Ah, espera, que enciendo la vela.
Dejó el bocadillo y el refresco en la mesa, y sacó un mechero de su chaqueta. Se acercó a una vela perfumada que había, y la encendió.
-Espero que te gustara mi actuación en Destino Eurovisión -dijo- No ganamos, pero lo pasé bien y lo hice lo mejor que pude. -hizo un silencio- Me hubiera gustado tanto que pudieras haberme visto...
Blas esbozó una sonrisa triste y se arrodilló delante de ella. Le cogió una mano y la besó. Unas lágrimas comenzaron a caerle por las mejillas.
-Ojalá fuera todo tan fácil como en las películas, que sueltas una lágrima y al caerle a la persona, revive. -dijo- Creo que no puedo seguir así, Vanessa. No sabes lo que me cuesta verte así siempre. Quiero que te despiertes de una vez, que saltes como una adolescente, que me alegres los días como antes. No creo que pueda seguir viéndote así. Vuelve, por favor. -dijo. Volvió a derramar unas lágrimas- Lo siento, no quería decir eso. Soy un tonto, joder. -se lamentó- Te prometo que nunca me iré de tu lado. Pase lo que pase.
Se levantó del suelo y se sentó en la silla. Se terminó el bocadillo y el refresco, y recogió lo que había sacado y lo metió en la mochila. Apagó la vela de un soplo, le dio un beso en la frente a Vanessa y susurró:
-Volveré pronto, te lo prometo, pero me tengo que ir ya. Lo siento.
Se dirigió hacia la puerta y allí, la miró.
-Adiós -susurró.
-Blas, espera. -dijo una voz femenina.
El chico se giró asombrado. Vanessa abrió los ojos poco a poco, y esbozó una sonrisa. Blas también los abrió, sorprendido.
-¿Va-Vanessa? -preguntó.
La chica volvió a sonreír.
-Sí...
-¡Vanessa, joder, estás despierta!
Blas dejó caer la mochila al suelo y fue a darle un fuerte abrazo.
-Ay, ay, me haces daño -se quejó ella.
-Uy, lo siento.
Blas se apartó de Vanessa, tenía lágrimas en los ojos.
-Me alegro de que estés bien, pero, ¿desde cuándo estás despierta? -preguntó.
-Desde esta mañana -respondió ella.- ¡No se lo digas a los médicos, por favor! -pidió.
-¿Por qué? -preguntó Blas- Tienes que volver a tu vida de siempre.
Vanessa negó.
-No, no -decía.
-Pero, ¿por qué? -preguntó el chico.
-Tengo miedo. De Fernando. -dijo con voz quebrada.
-Te juro por mi vida que no te volverá a poner la mano encima -dijo él muy serio- Vanessa, yo, lo que pasó aquel día... Fue culpa mía.
-Shhh. Calla. No fue para nada tu culpa. No podías saber qué era lo que iba a pasar. -dijo Vanessa- ¿Sabes qué? Te amo. Siempre he buscado mi príncipe azul, pensaba que era Fernando, pero no, ahora me he dado cuenta de que eres tú.
-¿Sabes lo que decía la canción que cantamos en Eurovisión? -preguntó Blas. Vanessa negó.
-No, no me acuerdo.
Blas carraspeó y cantó su parte:
"Aunque es más fácil olvidar, que perdonar, no te dejaré de amar"
A Vanessa comenzaron a caerle lágrimas.
-Cántame el resto, por favor. -pidió ella.
Blas sonrió y asintió, cogió la cara a Vanessa y terminó la canción.
-Te quiero -susurró Blas.
-Y yo -dijo ella.- Pero me gustaría ir lento, ¿entiendes?
Blas sonrió.
-Sí, claro, como tú quieras. Pero, ¿cómo de lento? -preguntó.
Vanessa se quedó en silencio un momento, sujetó la cabeza de Blas y la acercó a ella. Se miraron a los ojos. Blas bajó la mirada a los labios de ella, y la subió a los ojos. Vanessa sonrió. Se acercó a él y lo besó. A Blas le pilló por sorpresa, no se lo esperaba, por lo que, al separarse, la miró extrañado.
-Por ahora esto, ¿vale? -preguntó ella.
Blas asintió.
-Como tú quieras, princesa.
Me encanta! A sido muy asdfghjkl
ResponderEliminarme ha emocionado??
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