sábado, 25 de enero de 2014

Capítulo 28: 'Yo... te quiero'

¡Hola, chicas! Bueno, como he dicho, me encuentro un poco mal. Me duele la cabeza y la garganta, así que si no subo capítulo, no os extrañéis. Me he tomado una pastilla, y se me ha pasado el dolor de cabeza, así que he podido escribir este capítulo. Gracias a todas por leer y por vuestra comprensión. Os quiero muchísimo, no lo olvidéis :)

Capítulo 28: 'Yo... te quiero'

Vanessa se despertó abriendo los ojos. Miró el reloj de la mesilla de noche y vio que eran las tres y media de la tarde. Intentó recordar qué hacía en el suelo, y a su mente vino todo lo sucedido con Fernando. A las dos había quedado con Blas para almorzar. Miró su móvil. Tenía diez llamadas perdidas de él y siete mensajes de texto. Comenzó a leer los mensajes:

'Vanessa, hoy habíamos quedado a las dos para almorzar juntos, ¿lo recuerdas?'

'Si no puedes venir, no pasa nada'

'¿Te has enfadado conmigo? ¿Por qué no me coges el teléfono?'

'¿Vas a venir, o no? Me estoy congelando aquí'

¿Ha pasado algo? Me estoy preocupando.

'Me quedaré esperando hasta las tres, si no vienes, me voy a mi casa. Llámame cuando veas el mensaje'

Éste último mensaje lo envió a las tres menos cuarto, y el último, lo envió hace diez minutos:

'De acuerdo, me estoy preocupando de verdad. Voy para tu casa. Estaré allí en diez minutos más o menos.'

Al ver este último mensaje, se alarmó. No quedaba nada de tiempo. Fue al baño y se lavó la cara. El timbre sonó, y ella fue muy despacio a mirar por la mirilla. Era Blas.
-Vanessa, ¿estás ahí? -preguntó él- Sé que estás ahí, abre, por favor. Vanessa, estoy muy preocupado, abre.
Vanessa apoyó la cabeza en la puerta, y comenzó a llorar en silencio.
-Vanessa, ¿estás llorando? Te estoy oyendo. ¿Qué pasa? -insistió él- Estás enfadada conmigo, vale, pero no llores, háblame por lo menos, para que deje de preocuparme, por favor.
Vanessa tragó saliva y consiguió responder:
-Vete, Blas, no quiero verte.
-¡Vanessa! Abre, por favor, me tienes muy preocupado. ¿Qué te pasa?
-No te quiero ver la cara en toda tu vida, quiero que te vayas -sollozó ella.
-¿Por qué? ¿Qué he hecho?
-¡Que te vayas! -gritó ella.
Blas comenzó a llorar.
-¿Por qué? Vanessa, no me hagas esto, por favor. -Blas suspiró, con lágrimas en los ojos.
-Vete -dijo ella. 
Vanessa se sentó en el suelo. Pensaba que ya no podría estar más tiempo de pie.
-No puedo -dijo él.
-¿Por qué? Te odio -dijo ella, con lágrimas en los ojos y voz quebrada.
A la chica, estas palabras le dolieron, al igual que al chico, que rompió a llorar.
-Vete -insistió ella.
Le dolía decir eso, pero lo que menos quería, era perderlo a él para siempre, así que prefirió apartarlo de ella. Al menos, durante un tiempo.
-No te quiero volver a ver nunca.
-De acuerdo, me iré, pero antes quiero decirte una cosa. -comenzó él.
Vanessa respiró hondo, y se secó las lágrimas como pudo.
Blas también lo hizo. Lo que iba a decir ahora, probablemente destrozaría su amistad para siempre.
-Vanessa... -comenzó él- Yo... te quiero.
Ella volvió a romper a llorar, y el chico salió del edificio.

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